
Erase una vez un niño al que le encantaba soñar. Pasaba el tiempo con
su perro Tobi y le contaba todos los sueños que imaginaba. Un día, cuando
vino del colegio abrazó a su perro y le dijo:
-¿Sabes? Hoy he soñado que tú hacías realidad todos los sueños. Que curioso ¿verdad?
Pasó el día y al acostarse se durmió profundamente. Soñó que su perro le decía que para que se hiciera realidad un sueño tenía que hacer algo bueno.
vino del colegio abrazó a su perro y le dijo:
-¿Sabes? Hoy he soñado que tú hacías realidad todos los sueños. Que curioso ¿verdad?
Pasó el día y al acostarse se durmió profundamente. Soñó que su perro le decía que para que se hiciera realidad un sueño tenía que hacer algo bueno.
Al día siguiente, cuando venía del colegio una señora mayor no podía cruzar la calle y él le ayudó.
Camino de casa iba pensando en un juguete nuevo que había visto en la tele.
Al llegar, observó al perro que salía de detrás de ese juguete. El niño se puso muy
contento, pero al pasar el tiempo el perro perdió su magia porque el niño
creció y dejo de soñar.
Francisco Cabrera Bolaños
contento, pero al pasar el tiempo el perro perdió su magia porque el niño
creció y dejo de soñar.
Francisco Cabrera Bolaños
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