
Vuela la cigüeña.
A su alrededor,
con recelo,
un girasol le llama
la atención: el más bello.
Cae el ocaso.
Toca tierra la cigüeña,
pues en el bello
girasol se empeña.
pues en el bello
girasol se empeña.
Así, su curiosidad sana.
Después levanta el vuelo
regresa al cielo,
su hogar, y piensa:
su hogar, y piensa:
-¡Oh, girasol bello!
Francisco Cabrera Bolaños
1 comentarios:
Para que tenga más sentido, necesita signos
Publicar un comentario